27 de marzo de 2015

Pájaros


Es tiempo de pájaros. Es primavera. Es momento de migraciones. Envidio a los pájaros porque vuelan, envidio a los pájaros porque viajan. No les envidio porque viajan obligados por las circunstancias, porque deben huir del frío y se hacen emigrantes viajeros por necesidad. Pero sí porque me gusta el viaje y porque me gusta mirar desde allí arriba para ver distinto lo cotidiano y también lo inhabitual de nuestra tierra.
También me gustan los pájaros porque fabrican fantasías en el aire, crean dibujos y formas, organizan caprichos efímeros y conciertos sonoros que luego se van a otro sitio dejando solo el recuerdo.

No puedo ser pájaro así que me quedaré con sus imágenes y sus sueños intentando emular su vuelo para mirar desde arriba a mis paisajes y parajes.















20 de marzo de 2015

Eclipsado en Valdorba



El norte traía las nubes, las nubes tapaban el sol y lo mismo se ha empeñado en hacer la luna. La luna se ha plantado en medio esta mañana y ha dejado al sol esquelético, parecido más a una luna extraña moviéndose entre las fases menguante y creciente que al astro rey. Me ha sucedido esto y así he andado eclipsado por Valdorba, esa tierra navarra que canta Benito Lertxundi. 
De nuevo en Navarra, ahora entre románicos viejos y nuevos verdes de campos de mieses apuntando a la primavera desde el último día del invierno. Eclipsado, con la ayuda de las nubes y un poco de estrategia elaborada de víspera, he conseguido que entrara en mis cámaras el tercer eclipse de sol que me ha tocado vivir. Acaso sea el último pero este seguirá también en mi memoria: inquietante, puntual, enigmático y terriblemente plástico: el eclipse parcial de sol de 2015





12 de marzo de 2015

Ventanas Naturales. Mirando al vacío de la naturaleza




Ya es papel, ya son papel impreso las más de cincuenta ventanas que se abren en la naturaleza de los paisajes vascos. Son agujeros grandes, algunos muy grandes, algunos enormes. A veces se puede transitar por ellos, otras sirven para asomarse, también nos dejan con las ganas de algún día recorrer sus misterios.
Son papel en el libro Excursiones a Ventanas naturales de Euskal Hernia que se ha acaba de publicar. Muchos escenarios de nuestras costas y montañas se nos presentan taladrados por el paso del tiempo; en ellos nos detenemos para mirar de modo curioso. Algunos conocidos y sobradamente difundidos, como la ventana de Atxulo, los ojos de Gaztelugatxe  o el agujero de Aitzulo pero otros muy pocas veces visitados y también inéditos.
Marchar en busca de los vacíos de la naturaleza es siempre una bella experiencia, recorrer sus paisajes un descubrimiento y todavía nos regalan una posibilidad extraordinaria: la de experimentar la imaginación y aventurarse en la interpretación del vacío como presencia y ausencia simultáneas.
Ya en casa de los suscriptores de la colección Euskal Hernia. Enseguida en las librerías. Para irse al campo.


 






4 de marzo de 2015

Casi premiado




Casi me dan el premio de fotografía "Arquitectura y Vino". Casi una foto aérea de los tejados de Ysios ondulando sobre el paisaje de Rioja Alavesa convence al jurado convocado por Bodegas Baigorri para que fuera el premio único de su concurso.
Ha habido más fotos pero solo siete según el jurado podrían haber ganado el premio otorgado a "Los colores del vino", cuyo autor aún no se ha divulgado, y que estarán en espacio distinguido en la exposición que se inaugura en breve. Entre ellas está la que acompaña estas líneas tomada en vuelo bajo desde un helicóptero.
Viene a tiempo la valoración de esta imagen cuando estoy retomando mis trabajos de fotografía aérea que espero poner sobre papel en breve de modo singular.
De momento nos quedamos mirando a la arquitectura del vino desde el aire.
El premio final será entregado el sábado, 7 de marzo, en un acto que la propia Bodega Baigorri celebrará con los fotógrafos participantes y en el que se dará apertura a la exposición que cualquier viajero por la Rioja Alavesa y visitante de la bodega en Samaniego podrá disfrutar.

VENTANAS NATURALES. Mirando al vacío de la naturaleza



Ya es papel, ya son papel impreso las más de cincuenta ventanas que se abren en la naturaleza de los paisajes vascos. Son agujeros grandes, algunos muy grandes, algunos enormes. A veces se puede transitar por ellos, otras sirven para asomarse, también nos dejan con las ganas de algún día recorrer sus misterios.
Son papel en el libro Excursiones a Ventanas naturales de Euskal Hernia que se ha acaba de publicar. Muchos escenarios de nuestras costas y montañas se nos presentan taladrados por el paso del tiempo; en ellos nos detenemos para mirar de modo curioso. Algunos conocidos y sobradamente difundidos, como la ventana de Atxulo, los ojos de Gaztelugatxe  o el agujero de Aitzulo pero otros muy pocas veces visitados y también inéditos.
Marchar en busca de los vacíos de la naturaleza es siempre una bella experiencia, recorrer sus paisajes un descubrimiento y todavía nos regalan una posibilidad extraordinaria: la de experimentar la imaginación y aventurarse en la interpretación del vacío como presencia y ausencia simultáneas.
Ya en casa de los suscriptores de la colección Euskal Hernia. Enseguida en las librerías. Para irse al campo.